MACU quería poder ir a PALACIOS y pasar ratos mirando “su Campiña” desde la ventanita del tejado de la VIVIENDA de sus padres, pero la casa necesitaba un tejado. Quería su patio para poder tomar el sol y una bodeguita para que Antonio, su marido, pudiera hacer asados. Intentamos atesorar toda la construcción tradicional de la casa vieja y solamente intervenir en lo absolutamente necesario. Cada cata era una sorpresa que nos descubría el hacer de los viejos. En el año 2022, conseguimos REHABILITAR lo viejo haciéndolo convivir con lo nuevo. Hoy Macu puede mirar a la Campiña y tomar el sol; Antonio puede cocinar y recordar su pueblo en escalera forrada con piedra de su tierra; y una casa con muchas historias pueda seguir contando historias.











